Pequeño local en Badalona de tan sólo ocho mesas. Decorado con sumo gusto y regentado por Lola y María dos mujeres "sin filtro", naturales, divertidas y muy amables. Junto a los deliciosos platos (tapas abundantes) que sirven y su naturalidad forman un tándem fantástico. Es la pura definición de estar a gusto y disfrutar en un pequeño local lleno de grandes experiencias. Además "pet friendly". Sin duda volveremos ya que la variedad de la carta es espectacular y el ambiente acogedor.
No le pongo más estrellas porqué no hay....
Es un lugarcito acogedor y lindo decorado. Comimos un brunch riquísimo, muy bien preparado y presentado. La camarera es puro cariño, un amor.
A modo anecdótico, llegamos temprano, abrimos la puerta y al ver a una señora con cubo y fregona en mano en el medio del salón, dije "uy perdón, ya está abierto"? Y me contesta "acaso no has abierto la puerta? Pues entra, ya está". Me pareció un poco borde, pero por suerte fue compensado con la atención de la otra señora.
Mi nuevo lugar favorito! Los platos son muy creativos, coloridos, interesantes y de sabores súper amplios y sorprendentes! Hemos probado la ensalada no ensalada y flipamos, el almogrote imperdible y el carpaccio wayu. Todo estuvo increíble. Suelo quejarme de que todos los bares y restaurantes con comida española porque tienen la misma carta y ninguno crea o innova. Este lugar es pura creatividad que pone a disfrutar a tus sentidos. El servicio? Inmejorable, es la misma dueña del negocio quien está al frente, con una energía absolutamente arrolladora. Una persona en cocina y una en sala y todo impecable! Estamos encantados la verdad y volveremos seguro y muchas veces!!
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